La participación de las mujeres trans en el deporte-Joaquín Fernández de Aguilar

 La participación de las mujeres trans en el deporte

Entre las numerosas cuestiones sociales que asolan la actualidad, pocas de mayor interés y controversia que la participación de las mujeres trans en el deporte. El problema que concierne a esta cuestión es evidente: la participación de mujeres trans en determinados deportes les permite, por su realidad biológica, competir con cierta ventaja con respecto al resto de las mujeres deportistas participantes lo que podría ser una situación contraria a la igualdad de oportunidades y a la sana competitividad que exige cualquier disciplina deportiva.

Así pues, la primera pregunta que se debería plantear ante la existencia de una ventaja biológica masculina es si es posible eliminar dicha ventaja biológica masculina y la respuesta, por el momento, ha sido "no". Se puede reducir, pero no eliminar. En el deporte, el sexo biológico tiene una importancia capital porque hay diferencias fisiológicas determinantes entre el cuerpo de un hombre y el de una mujer. Si no las hubiera, no se dividirían las competiciones por sexos y las competiciones serían mixtas. En esas circunstancias, permitir a personas con un cuerpo físicamente superior (de sexo biológico masculino) competir en determinados deportes que favorecen esa superioridad corporal contra personas sin esas ventajas físicas (sexo biológico femenino) conlleva principalmente una discriminación contra las segundas.

 Por tanto, no sugeriría que se trata de una conducta discriminatoria dividir el deporte de competición por sexo biológico, al menos no tajantemente, si se asume, como parece, que la existencia de tales diferencias es condicionante de la capacidad competitiva en determinados deportes, luego la participación de las mujeres trans en el deporte, además de alterar sustancialmente la competición, iría contra los valores inspiradores de cualquier deporte. Por el contrario, podría ser sensato afirmar que no dividir el deporte por sexos sería una discriminación para las mujeres, que no podrían de acceder a determinados deportes en igualdad de condiciones. Con todo, esta cuestión debe ser tomada en consideración por las autoridades públicas porque merece abordarse con rigor científico, jurídico y técnico.

Joaquín Fernández de Aguilar

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