¿Energía nuclear?

 

¿Energía nuclear?

¡Pues claro que sí! Este es un tema que ya casi ni está en candelero porque los perroflautas de la defensa del planeta creen que ya está vencido. Qué equivocados están.

El problema, en nuestro país, es que estamos llenos de perroflautas. Empezando por el propio gobierno y por la mayoría de los partidos (que no se atreven a ponerle el cascabel al gato). ¡Claro! Aquí somos mucho más sesudos y “sabeores” que en USA, Francia, Japón, China, Rusia, Japón, Canadá, Alemania, Suecia, etc., etc., etc.

Por lo que que he leído, los enemigos de esta energía limpia aducen fundamentalmente tres argumentos en su contra: los residuos, los accidentes y el riesgo terrorista.

Empecemos por el final. ¿Cuántos atentados terroristas se han producido hasta la fecha cuyo objetivo haya sido una central nuclear? Sí, cierto es que la posibilidad está ahí. Del mismo modo que está que los subnormales éstos envenenen el agua de una ciudad o suelten gas tóxico desde aviones. Pero la solución no es no construir algo para que no sea objetivo de los malos, sino construirlo, protegerlo y vencer a nivel global a esta tropa de indeseables.

Vamos con el segundo. ¿Cuántos accidentes se han producido? Desde mediados del siglo pasado sólo dos accidentes han sido clasificados con la máxima categoría en la escala establecida para ello. Y se han producido otros 5 de mucho menor grado. Y, aunque cualquier pérdida humana es lamentable, la ONU atribuyó finalmente al accidente de Chernobyl una cifra de 50 muertos. Puede parecer cínico decir que 50 muertos son pocos… pero lo son; en relación a otros agentes de riesgo para la vida humana que se encuentran a nuestro alrededor.

Cada vez que un avión se estrella, por desgracia, suelen morir más personas. ¡Y no dejan de volar!

Y a hora vamos a por el meollo de la cuestión: los residuos. La “joya de la corona” de los perroflautas. Pues bien, vayamos a los datos y no a la percepción (que no es mala, pero suele ser inexacta) y menos, a la demagogia.

El volumen de residuos radiactivos de alta actividad generados en España en 9 reactores nucleares en 40 años equivale al área del tamaño de un campo de fútbol con una altura de 1,3 metros. Sí. Eso es todo.

Residuos de hospitales, laboratorios y otras fuentes en un mismo período: el área descrita anteriormente multiplicada por 16.

Pero hay más. Residuos tóxicos y peligrosos derivados de plantas químicas, petroquímicas, siderúrgicas… el famoso campo de fútbol… ¡multiplicado por 6.400!

Los residuos radiactivos producidos por la centrales nucleares españolas suponen el 0,1% del total de residuos peligrosos.

Sí. Así son las cosas cuando nos dejamos de bobadas, perroflautas y flowerpowers. ¿Por qué todos estos se lanzan a por lo nuclear? Por moda estúpida.

¿Quién será el primer líder valiente que le ponga el cascabel al gato?

Marcos Hurtado

16.12.2021                

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